domingo, 19 de junio de 2011

La belleza del humo

La mayoría de la gente apenas sabe nadar. Golpean el agua con manos y pies sin ningún tipo de coordinación, cuando intentan ir rápido apalean el agua y salpican más que avanzan, exageran el movimiento de los brazos fuera del agua y abofetean la superficie al entrar de nuevo la mano en el agua, sacan los pies hasta doblar la rodilla y patalean el agua lanzando gotas por doquier.

Pero todos saben bucear.
No se puede bucear mal.
Cuando los cuerpos se sumergen, el tiempo se ralentiza, no importa cómo se muevan, no importa si avanzan o se quedan parados, no importa nada. Debajo del agua todos los movimientos son bellos y fluidos, dotados de la lenta gracia de un astronauta. Debajo del agua todos los cuerpos son gráciles y ligeros, ingrávidos, etéreos como humo.
Me gusta ver a la gente bucear.


1 comentario:

  1. Hey, muy chula la entrada, me ha gustado :-) Muy cierto lo de aporrear y abofetear el agua, además...
    Pero estate al loro, socorrista, por si alguno se te queda "extasiado" mientras evoluciona bajo el agua y se olvida de subir... :-p

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